domingo, 2 de abril de 2017

De la identificación de la problemática al proceso de diagnóstico

Si bien, afirman muchos autores que la Investigación-Acción pretende, simultáneamente investigar y actuar, a partir de un proceso dialéctico del conocimiento y de la acción. Planteando crear un cambio en la situación concreta, reflexionando sobre los resultados que fueron producidos; aquí la teoría no se presenta como un elemento separado y regulador de la práctica, pero sí como un elemento que orienta y anima la práctica en la dinámica de acción-reflexión.

Siendo importante como docente o como grupo investigador formular claramente el problema, para profundizar su significado y sus características. Siendo un problema manejable y mejorable.
Para la segunda fase de la IA, es necesario partir desde la concepción etimológica de diagnóstico expresado por Hervas (2009:2) que: “(…) significa “a través de” (día) y “conocer en profundidad” (gignosko), es decir conocer algo utilizando unos medios a través del tiempo o a lo largo de un proceso (…)”. Entendida entonces como el conocimiento de algo en relación a lo educativo, a través de la recolección de información desde diversos medios o instrumentos, a lo largo de un proceso.

Por ello, durante el proceso educativo es necesario conocer la situación real de la situación educativa o de capacidades, de interés, de expectativas o de una problemática en concreto, presente en los y las estudiantes, en el grupo meta o en el contexto. Siendo así, como plantea Sobrado (2005:3) que el diagnóstico es un “(…) proceso sistemático de recogida constante de información, de valoración y toma de decisiones respecto a una persona o grupo de ellas”.

Si se hace una analogía, podría considerarse como una fotografía descriptiva de un hecho concreto antes de la intervención educativa, que nos permite posteriormente tomar decisiones para concretar los hechos educativos.

Teniendo como finalidad el hacer una descripción y explicación comprensiva de la situación actual. Utilizando fuentes directas o indirectas para explicar y describir el problema o “lo que sucede”.

Para conocer la situación o problemática se plantea retomar un enfoque cualitativo. Siendo la fuente directa el contacto con la realidad, posteriormente respaldad con textos y teorizaciones de la problemática. Ello, permite conocer o adentrarse a la situación o hecho a investigar, para sí poder definir acciones que aporten a mejorar los hechos educativos o a disminuir los efectos de la problemática definida.

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