sábado, 18 de febrero de 2017

Supuestos del aprendizaje: aprender es organizar el conocimiento

a. Características de los patrones de organización

 Un patrón de organización es un ordenamiento identificable de ideas o de información. Un patrón de este tipo puede existir tanto “dentro de la cabeza” (como conocimiento de patrones de organización) como “fuera de la cabeza” (como patrones de organización ya establecidos en los textos). Así, el patrón de comparación-y-contraste, por ejemplo, puede existir en la mente del estudiante o en el papel. El “aprendiz modelo” tiene conocimiento de varias características de los patrones de organización.


Dos características que nos interesan aquí son el género y las estructuras textuales. Ejemplos de géneros diferentes son la ciencia ficción, la poesía y los documentales. Las estructuras textuales que más comúnmente se asocian con los textos expositivos son las de comparación y contraste, causa y efecto, descripción, problema y solución, secuencia, y concepto y ejemplos, según Anderson y Armsbruster (1984). Estas estructuras se encuentran en libros de texto de cualquier disciplina y también en los de ficción.

Por ejemplo, los expertos saben que los autores usan palabras y expresiones guías (por ejemplo, “en contraste” o “había una vez”) para marcar un tipo peculiar de estructura textual o género. Los “aprendices modelos” también son conscientes de las preguntas o categorías de información fundamentales que están asociadas con los géneros, las estructuras textuales y los contenidos.

Los investigadores llaman marco (frame) a estas preguntas y categorías fundamentales.
Algunos marcos son genéricos, ya que se los puede encontrar en diversas disciplinas.

Ejemplo 1: Considérese la estructura textual de problema/solución. Entre las preguntas fundamentales para semejante marco, tendríamos: ¿Quién tiene el problema? ¿Cuál es el problema? ¿Cuáles son los efectos negativos del problema? ¿Cuáles son las soluciones posibles? ¿Cuáles son las consecuencias posibles de cada solución? ¿Qué solución es la más adecuada? Según los diferentes campos semánticos en los que se ubique este marco, se podrán plantear preguntas levemente diferentes.

Por lo tanto, los marcos son esencialmente un medio para representar texto.

Por otro lado, otros marcos tienen que ver con los contenidos. Veamos a continuación los siguientes ejemplos:

Ejemplo 2: Armsbruster y Anderson (1985) describen el marco “región”, que incluye las siguientes categorías de información: características de la superficie, condiciones meteorológicas, productos, puntos sobresalientes, gente/cultura y ubicación en relación con otras zonas. La mayoría de los libros de geografía cubre estas categorías de información y es probable que el aprendiz experto con conocimientos de geografía sea, al menos implícitamente, consciente de que estas categorías se encuentran, habitualmente, en esos textos.

Ejemplo 3: Las categorías propias de la gramática del relato, como el conocimiento de los objetivos del personaje y los intentos para lograr esos objetivos, son los marcos típicos de los textos narrativos tales como cuentos y documentales.

b. Los patrones de organización en el lenguaje oral y en los gráficos


Aunque la mayor parte de las investigaciones sobre los patrones organizativos se han hecho con estudiantes que están leyendo o escribiendo, creemos que estos patrones son fundamentales para una amplia gama de tareas de aprendizaje tanto en la escuela/universidad como fuera de ella.

Veamos otro ejemplo: considérese, a un estudiante que aprende la diferencia entre un instrumento y una técnica, o a un estudiante que estudia diversos tipos de hojas de plantas medicinales en el campo. En ambos casos, el estudiante puede codificar la información como conceptos y ejemplos, y/o como patrones de comparación-y-contraste.

Además, estos patrones se expresan tanto en el lenguaje hablado como en el escrito.

Por ejemplo, El docente que usa expresiones como “en contraste”, o destaca la palabra “porque” cuando habla, está subrayando patrones organizativos con palabras guías específicas, de la misma manera que un autor señala el uso de un patrón particular mediante palabras destacadas.
Así, los patrones de organización invaden nuestro pensamiento, nuestro discurso, nuestra escritura y nuestras representaciones visuales del conocimiento

c. Los efectos de los patrones de organización


Para contestar a esta pregunta incluso en términos generales, es importante entender los conceptos de texto considerado y texto desconsiderado, acuñados por Anderson y Armsbruster (1984). Un texto es considerado cuando la estructura textual y el género se ajustan al propósito del escritor, está bien señalizado con palabras guías, tiene coherencia y unidad temática, y es apropiado para su público en lo que hace a su contenido y a su vocabulario. En cambio, texto desconsiderado es aquel que resulta difícil de comprender porque su organización es pobre y está pobremente escrito; puede ser incoherente, carecer de palabras señalizadoras, tener estructuras textuales inadecuadas o un vocabulario demasiado denso para el nivel de edad. El hecho de que un texto sea considerado o no influye en el aprendizaje del estudiante.

Primero, el texto considerado que está bien organizado y bien escrito puede facilitar su recuerdo de manera considerable, comparado con los textos pobremente escritos. Muchos estudios han demostrado que estudiantes de diferentes edades y niveles tienden a usar la estructura de un texto para organizar su recordación, si el texto está bien señalizado (Meyer, Brandt y Bluth, 1980; Meyer, 1984).

Del mismo modo, estudiantes de diversas edades parecen recordar los patrones más familiares, tales como relatos, mejor que los patrones que se usan en la información expositiva; y los patrones más estructurados, como comparación y contraste, se recuerdan mejor que los patrones de final abierto, como la descripción (Amiran y Jones, 1982; Schnotz, 1985).
En cambio, los textos desconsiderados son una razón de peso para el fracaso en la comprensión.

Por ejemplo, los estudiantes se confunden cuando faltan elementos de la gramática del relato o cuando no se ajustan a las expectativas creadas. Además, en tanto que los estudiantes expertos parecen ser capaces de imponer organización e interpretación a textos pobremente organizados, esto no sucede con los estudiantes menos preparados. Éstos responden muy pobremente a la información desorganizada, pero su desempeño puede mejorar notablemente si se usan textos bien organizados

Las implicaciones de esta investigación sugieren que es fundamental proporcionar información bien organizada a los estudiantes de bajo rendimiento. Estos descubrimientos son coherentes con las investigaciones sobre el uso de los patrones de organización en la escritura.

Otro ejemplo, los escritores expertos tienden a ofrecer respuestas escritas bien organizadas y señalizadas, en comparación con los escritores menos hábiles. Los expertos tienen también un repertorio de patrones de organización o planes de escritura y usan estos conocimientos para facilitar las diversas etapas de la escritura (Meyer, 1982, 1984; Scardamalia y Bereiter, 1985). Así también, los escritores expertos pueden pensar qué estructura textual es la más adecuada para su propósito.

Además, un creciente cuerpo de investigaciones sobre expertos/principiantes sugiere que una característica clave de los expertos es que tienen mejor organizadas e integradas sus estructuras de conocimiento (Ballstaedt y Mandl, 1985). Veamos el siguiente caso:

Cuando expertos y principiantes describen a los investigadores lo que saben sobre un tema determinado, usando representaciones gráficas para mostrar sus conocimientos, los principiantes presentan largas listas de conceptos, de naturaleza esencialmente aditiva; en cambio, las representaciones de los expertos muestran estructuras organizativas complejas, con muchas conexiones entre sus partes. Además, cuando se pide a los expertos que aprendan nueva información, integran y reestructuran lo que aprenden cambiando algunas conceptualizaciones y mostrando cómo las nuevas conceptualizaciones se relacionan con las viejas. Los principiantes simplemente agregan la nueva información a esa estructura de largas listas inconexas. En una investigación sobre docentes expertos se han hecho descubrimientos similares (Roehler, 1987; Leinhardt, 1986).

Cada vez hay más investigación sobre los efectos y las funciones del uso de marcos y esquemas gráficos para la comprensión y el recuerdo. Los gráficos son representaciones visuales de texto, como los mapas conceptuales, redes semánticas, los diagramas de flujo y las matrices o tablas de doble entrada.

Esencialmente, los lectores expertos que han internalizado marcos o estructuras gráficas específicos asociados con un género o una estructura textual particulares son capaces de usar la información de varias formas:

- Para localizar la información en lo que leen
- Para representar la información
- Para seleccionar qué es importante y que no lo es.
- Para imponer organización a información poco organizada o a información que sólo está implícitamente organizada.
- Para integrar y sintetizar información de diferentes localizaciones dentro de un texto o de varios.
- Para secuenciar el orden en que se procesa o se produce la información en las respuestas escritas.
- Para vincular la nueva información con la experiencia previa.-.Para reestructurar los conocimientos previos.

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