domingo, 12 de marzo de 2017

Planificación educativa en educación superior

La planificación es un acto de antelación inteligente del futuro para tratar de condicionar la orientación de los hechos. De esta forma toda planificación implica la explicitación de objetivos y una serie de actividades para tratar de lograr el objetivo trazado. En el caso de la educación, y en la educación superior esto no es una excepción, se trata de la consecución de objetivos educativos.

La planificación educativa está relacionada con niveles institucionales y tiempos de programación. En torno a los niveles, se pueden establecer planificaciones generales, amplias, que tienen que ver con la consecución de objetivos institucionales mayores, así las denominadas Planificaciones Educativas Institucionales, establecen el funcionamiento de una institución educativa, como la escuela o la universidad, para lograr objetivos educativos. En el caso de la Universidad, estos objetivos tienen que ver con la formación de personas, y por tanto, las actividades que se realizan en estas instituciones tienen que ver con garantizar estos objetivos. Muchas veces las instituciones educativas, como la universidad, deben dividirse en niveles menores como las carreras universitarias y estas también suelen tener sus propias planificaciones orientadas por los objetivos de la planificación mayor. Sin embargo, para concretar en un grado mayor las actividades educativas, suelen realizarse planificaciones de las unidades menores de la institución, estas son las planificaciones de aula.

Deben existir coincidencias entre la planificación institucional, las de las unidades menores y finalmente el plan de acciones concretas. Así el plan de aula o plan de clases en la educación superior responde a la planificación de carrera, por ejemplo, siguiendo el formato establecido por ella, los objetivos educativos trazados o los contenidos mínimos propuestos. Muchas veces estos contenidos y objetivos están establecidos en el currículo educativo de la carrera y esto es normal porque en cierta medida todo currículo educativo, como vimos, tiene un nivel normativo y, por tanto, implica una planificación. Así se puede entender, en términos generales, al currículo como un dispositivo de planificación educativa.

Por otro lado, la planificación también puede diferenciarse según el rango de tiempo en el que se planifica. Así existen planificaciones largas, generalmente las institucionales tienen planificaciones que se proyectan de 5 a 10 años, las de unidades de la institución más pequeñas, 2 o 3 años, las planificaciones de acciones concretas generalmente 1 año o incluso menos. En la universidad esta planificación de rango corto está relacionada con los planes de clase o materia.

Todo plan de clase contiene unos objetivos educativos, dependiendo el enfoque curricular estos pueden presentarse en forma de competencias o habilidades, también una serie de contenidos y unas estrategias que contienen actividades y un sistema de evaluación que permita identificar el grado de cumplimiento de los logros alcanzados y los indicadores que ayudarán a establecer la evaluación de los estudiantes. 

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